martes, 17 de enero de 2012

El símbolo perdido - Dan Brown




El símbolo perdido (The lost symbol)1 es una novela de ficción firmada por Dan Brown y publicada el 15 de septiembre de 2009 en inglés y el 29 de octubre de ese mismo año en castellano.Protagonizada por el profesor Robert Langdon y centrada su trama en una conspiración francmasónica, la historia transcurre en Washington D.C. durante doce horas. El primer día vendió más de un millón de copias en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido. La edición mundial corresponde a la editorial Random House, que ha anunciado la aparición de 5 millones de ejemplares en su primera edición, la tirada más larga jamás hecha en su historia. En España es la editorial Planeta la responsable de su edición. La productora Columbia Pictures ya ha comprado los derechos cinematográficos de este libro, lo que cerraría la trilogía en la gran pantalla de Robert Langdon. Las cifras de las dos anteriores obras son 39 millones de libros vendidos de Ángeles y demonios (2000) y 81 millones de ejemplares vendidos de El código Da Vinci (2003), cuya versión cinematográfica recaudó 750 millones de dólares con un presupuesto de 125 millones.

Robert Langdon, el experto en simbología de la Universidad de Harvard, es convocado para dar una conferencia en la sala más importante del Capitolio de los Estados Unidos, con la aparente invitación de su mentor Peter Solomon, quien es masón del grado 33 y director del Instituto Smithsoniano. Solomon también le pide a Langdon que lleve un pequeño paquete sellado, el cual le había confiado varios años antes. No obstante, cuando Langdon llega al Capitolio se entera de que la invitación que recibió no era de Solomon, sino de su secuestrador, Mal'akh, quien ha dejado cercenada la mano derecha de Solomon en medio de la Rotonda del Capitolio en recreación de la Mano de los Misterios. Así que Mal'akh contacta a Langdon, ordenándole que encuentre tanto la Pirámide Masónica, la cual los masones creen que se encuentra escondida en algún sitio subterráneo de Washington D.C., y la Palabra Perdida, para que Solomon no sea ejecutado. Es entonces cuando Langdon se encuentra con Trent Anderson, director de la policía del Capitolio, e Inoue Sato, jefa y directora de la Oficina de Seguridad de la CIA. Al examinar la mano de Solomon, descubren una pista que los lleva a un altar masónico de Solomon ubicado en una habitación del subsótano del Capitolio, donde encuentran una pequeña pirámide que carece de vértice y que tiene una inscripción grabada en la base. Luego, Sato enfrenta a Langdon con los rayos X de seguridad que fueron tomados de su bolsa cuando éste entró al Capitolio, lo cual revela una pequeña pirámide que Langdon trajo a la supuesta conferencia en respuesta a la petición del secuestrador que se hacía pasar por Solomon. Debido a que el paquete había estado sellado por años, Langdon no era consciente de su contenido, pero Sato, descontenta con esto, intenta detener a Langdon. Sin embargo, antes de que pueda arrestarlo, ella y Anderson son atacados por Warrem Bellamy, el Arquitecto del Capitolio y francmasón, que escapa junto a Langdon durante el tumulto. Mal'akh es un francmasón con tatuajes cubriendo casi todo su cuerpo. Se infiltró en la organización a fin de obtener una antigua fuente de poder, la cual cree que Langdon puede descifrar para él a cambio de la vida de Peter. Mientras Langdon se ocupa de los acontecimientos en los que lo han metido, Mal'akh destruye el laboratorio de la doctora Katherine Solomon, la hermana menor de Peter, donde ha llevado a cabo experimentos en ciencias noéticas. Se conoce también que la CIA está persiguiendo a Mal'akh por asuntos de Seguridad Nacional. Casa del Templo en Washington D.C. Mal'akh captura a Langdon y hiere gravemente a Katherine Solomon. Luego encierra a Langdon en un tanque de perfluorocarbono oxigenado o líquido respirable, desde donde éste descifra el código en la base de la pirámide para Mal'akh, quien entonces escapa con Peter Solomon a la Sala del Templo de la Casa del Templo del Rito Escocés. Langdon y Katherine son eventualmente rescatados por Sato y su equipo, quienes van en una carrera contra reloj hacia la Casa del Templo, donde Mal'akh amenaza con publicar un vídeo que contiene imágenes fuertes, las cuales muestran a funcionarios del gobierno llevando a cabo rituales masónicos secretos. Mal'akh, quien resulta ser Zachary Solomon —el hijo de Peter que por mucho tiempo se creía muerto— obliga a su padre a decirle la Palabra —el circumpunto— y se la tatúa en la fontanela, la última porción de piel que le quedaba sin tatuar en su cuerpo. Luego le ordena a Peter que lo sacrifique, puesto que piensa que es su destino convertirse en un espíritu demoníaco y liderar así las fuerzas del mal. No obstante, la directora Sato llega al Templo en un helicóptero, el cual destroza el panel de vidrio en lo alto de la Sala, provocando que los fragmentos de cristal atraviesen fatalmente a Mal'akh. Es así como la CIA logra malograr el plan de Mal'akh de transmitir el vídeo a destacados medios de comunicación, al usar un cañón de pulso electromagnético que desactiva una antena en la ruta de la red que iba desde el computador portátil que emitía los datos. El vértice del Monumento a Washington. Más tarde, Peter le revela a Langdon que el circumpunto que Zachary se tatuó en la cabeza no era la verdadera Palabra. Decide conducir a Langdon al verdadero secreto detrás de todo y lo lleva a la habitación que se encuentra en la alto del Monumento a Washington, contándole que la Palabra —una Biblia cristiana común, la «palabra de Dios»— yace en la piedra angular del mismo Monumento, enterrada en la tierra debajo de la escalinata donde se encuentran. Langdon comprende que los símbolos en la base de la pirámide se transliteran como las palabras Laus Deo, lo cual a su vez se traduce como Alabado sea Dios. Estas palabras están inscritas sobre el pequeño vértice de aluminio en lo alto del Monumento, que es la verdadera Pirámide Masónica. Peter además le cuenta a Langdon que los masones creen que la Biblia es una alegoría esotérica escrita por la humanidad, y que, al igual que muchos textos religiosos alrededor del mundo, contiene instrucciones escritas en un lenguaje críptico para aprender a desarrollar las cualidades divinas presentes en el hombre por naturaleza. Todo tiene relación con las investigaciones noéticas que Katherine llevaba a cabo en su laboratorio y no se debe considerar como las órdenes de una deidad omnipotente. Esta interpretación se ha perdido a través de siglos de escepticismo científico y fanatismo fundamentalista; los masones lo han (metafóricamente hablando) enterrado, creyendo que, cuando sea el momento propicio, su redescubrimiento marque el comienzo de una nueva era de iluminación humana.

Un libro fantástico. Como siempre nos tiene acostumbrados este autor, muchos datos interesantes, una historia que atrapa al instante y de muy fácil lectura. El autor sigue manejando muy bien la intriga y el suspenso dejando expectante al lector.